Felipe V de España. Reinado. Abdicación, reinado de Luis I y recuperación del trono (1724)
El 10 de enero de 1724, el rey
Felipe V firmó un decreto por el que abdicaba en su hijo Luis, de diecisiete
años, casado con Luisa Isabel de Orleans, dos años menor que este. El príncipe
recibió los documentos el 15, y se publicaba la disposición al día siguiente.
Los motivos de esta abdicación son objeto de discusión. Durante la época se
dijo que el monarca esperaba acceder al trono de Francia ante una posible
muerte prematura de Luis XV que le convertiría en su sucesor, siempre y cuando
no ocupara el trono español (puesto que el Tratado de Utrecht prohibía que
España y Francia estuvieran regidos por una misma persona). O también es
posible que la abdicación de Felipe V fuese la acción de un hombre enfermo
demente que es consciente de que no está en condiciones de gobernar y elige
apartarse de las responsabilidades de Gobierno. Este último punto de vista es
el que defendió el historiador Pedro Voltes: Felipe V abdicó a causa de la
fuerte depresión que sufría en aquellos años.
Los reyes padres Felipe e Isabel
se retiraron al Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, pero la reina
estuvo siempre perfectamente informada de lo que sucedía en la corte de Madrid.
Luis I reinó sólo durante ocho
meses. A mediados de agosto enfermó de viruela y murió el 31 de ese mes. Al
haber abdicado Felipe V, su sucesor tendría que haber sido el otro hijo varón
Fernando, de diez años de edad, pero la rápida actuación de la reina Isabel
Farnesio lo impidió. Tuvo que enfrentarse a ciertos sectores de la nobleza
castellana que apoyaban la opción de Fernando argumentando que no cabía la
marcha atrás en la abdicación de un rey. «El mismo confesor del rey, padre Bermúdez,
entendía que era pecado mortal reasumir una corona a la cual había renunciado
con todas las solemnidades. El confesor reunió luego, a petición del monarca,
una junta de teólogos en el convento de jesuitas, la cual fue contraria a que
Felipe V volviera al trono y sólo estaba dispuesta a aprobar que ejerciera el
poder como regente de su hijo y heredero, Fernando. Ni como regente ni como rey
ni como nada, contestó Felipe V colérico, deseoso de rumiar en paz su
depresión». Para contrarrestar la opinión de los teólogos, la reina presionó al
Consejo de Castilla para que pidiera a Felipe V que recobrara el trono. El 6 de
septiembre de 1724, una semana después de la muerte de su hijo, Luis, Felipe V
volvía a ostentar la Corona de la Monarquía de España, y su hijo Fernando era
proclamado como el nuevo Príncipe de Asturias y jurado poco después por las
Cortes de Castilla, convocadas con tal fin.
Fuente: https://es.wikipedia.org/
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